Genéticamente disponemos de un sistema visual preparado para la caza y el desarrollo de la visión lejana, sin embargo debido a los cambios ambientales nuestro sistema visual ha de hacer nuevas adaptaciones para poder obtener una visión más eficaz en las distancias cercanas. Esto junto al estrés que sufrimos diariamente, hace que las posibilidades de convertirnos en miopes se multipliquen. Esta miopía consecuente de las adaptaciones al medio que nos rodea, es lo que llamamos miopía funcional y su edad de aparición más frecuente es de 12 a 30 años.

Cuando compensamos la miopía con gafas o lentes de contacto tradicionales, simplemente solucionamos la visión borrosa que causa este defecto, pero no podemos controlar su aumento.

Mediante tratamientos preventivos como son la TERAPIA VISUAL y la ORTOQUERATOLOGÍA, podemos evitar que el paciente adquiera una miopía cada vez mayor llegando a causar cambios estructurales importantes en la retina.